viernes, 10 de junio de 2016

EN SOLIDARIDAD CON EL PUEBLO SAHARAUI

Descanse en paz, presidente Mohamed Abdelaziz. Que su muerte sea semilla profunda de libertad para el pueblo hermano saharaui

El Presidente del Gobierno en el Exilio del Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial.

Severo Moto firma en el libro de condolencias en presencia de la embajadora saharaui en España.


Exilio guineano, abandonado en Madrid, 7 de junio de 2016.-  El pasado 31 de mayo quedó marcado por la triste  noticia, para el mundo afro-hispano, de la muerte del líder Frente Polisario para la Liberación del Sahara Occidental y presidente de la República Árabe Saharaui Democrática, Excelentísimo Señor Don Mohamed Abdelaziz.

La noticia, a la que siguió una invitación a todo el que quisiese rendirle un homenaje, indicando la dirección de la Oficina en Madrid de la Delegación del Frente Polisario, era un reclamo eficaz para corazones sensibles a la causa de los hermanos saharauis… Y ahí nos trasladamos, para expresar nuestras condolencias, en nombre del Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial, a la Embajadora en España de la Delegación del Frente Polisario, Doña Jira Bulahi Bad.

Un estricto y perfecto servicio de seguridad nos abrió las puertas de la Delegación, y me condujo de inmediato al “despacho oval” de Doña Jira, la Embajadora a la que hasta ahora no había tenido el placer de conocer en persona. Un afectuoso y cordial saludo siguió a mi presentación como ciudadano de Guinea Ecuatorial, Presidente del Gobierno en el Exilio del Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial.

Le expuse brevemente mi convicción de que ciertas desgraciadas actuaciones no pueden borrar esos lazos muy especiales que nos unen al pueblo de Guinea Ecuatorial y al hermano saharaui, por esa conexión hispana. Le conté a la Embajadora Jira el triste recuerdo que guardo por haber sido testigo privilegiado, aunque repito muy dolido,  de la traición del dictador Obiang Nguema Mbasogo, al pueblo hermano saharaui. Ocurrió durante  la 34ª Asamblea de las ONU (1979). Obiang Nguema, recién estrenado Presidente golpista, y antes de ejecutar a su antecesor y tío Francisco Macías, ordenó a la delegación guineana ante esa asamblea de Naciones Unidas de la que formaba parte retirar el sagrado voto que Guinea Ecuatorial había tenido hasta entonces a favor de la causa del Sáhara Occidental, para pasarlo a Marruecos, la potencia opresora del pueblo saharaui desde que en 1975 invadió su tierra.  Todo tiene su explicación: tras rechazar España la petición del propio dictador guineano para que fuera la Guardia Civil española proporcionase su fuerza de protección, Marruecos había puesto a disposición del nuevo golpista Obiang Nguema la guardia personal que iba a garantizar la consolidación del régimen y sus injusticias.

Le confesé a la Embajadora Jira que tanto yo como el entonces embajador ante Naciones Unidas nos sentimos entonces muy avergonzados por este cambio de voto que el dictador Macías, con todos sus horrores y locuras, nunca se le había ocurrido llevar a cabo.  Me gustaría que el presidente Abdelaziz, allí dónde esté, sepa que no todos los guineanos estuvimos de acuerdo con ese lamentable cambio de chaqueta. A mí y a otros que estábamos allí en Nueva York, nos causó profunda rabia ver cómo el representante de Marruecos en la sala se sonreía lleno de satisfacción al comprobar que el representante guineano anunciaba un cambio de postura al extremo contrario del que había tenido esa misma mañana. Rebosaba satisfacción el representante de la monarquía marroquí  no sólo por la victoria que suponía tener un nuevo voto a favor de su innoble causa, sino de que ese voto fuese africano y del otro único punto de hispanidad que se mantiene en África, justamente el Gobierno entre todos los africanos, que debía haber liderado el ejemplo de solidaridad con el pueblo hermano saharaui.

Por ello le aseguré a doña Jira que el Partido del Progreso siempre ha mantenido en su programa de acción para una Guinea libre el compromiso de lealtad, solidaridad y apoyo de Guinea Ecuatorial  a las aspiraciones del pueblo hermano saharaui a ser libre, independiente  y democrático.
Sabía que doña Jira es ingeniera electrónica y que tiene un largo historial en las lides políticas y de Gobierno.  Confieso que quedé impresionado por embelesado al escuchar las palabras de la Embajadora Saharaui en España, Excma. Sra. JIRA, con el selecto y casi artístico castellano con el que se paseaba por los delicados vericuetos de la diplomacia, en nuestra conversación.

-Estamos más cerca de África y de los africanos, que de otras opciones y culturas…”, me dijo mientras me acompañaba con su exquisita cortesía a la sala donde se hallaba el libro de condolencias por la muerte del Excelentísimo Señor Mohamed Abdelaziz. Estampé mi firma tras expresar mis condolencias al pueblo saharaui por la gran pérdida y expresar un deseo que estoy seguro comparto con todo el pueblo guineano: “Que su muerte sea semilla profunda de libertad para el pueblo hermano saharaui”.