Editorial El Confidencial
Parece ser que, definitivamente Obiang
Nguema y su régimen están siendo
desenmascarados. Sus vergüenzas
han sido expuestas a la luz pública. Por fin se ha podido conocer al
mentiroso, hipócrita y cínico
guardia colonial, que consiguió el poder en un golpe de estado contra la
dictadura de su Tío y ha
prolongado durante 37 años una dictadura similar a la de Macías. Se ha visto
la auténtica realidad del régimen que ha instalado Obiang en
Guinea Ecuatorial, cuya herencia no es más que una monumental tragedia
humanitaria. Por suerte para nosotros,
la amarga, yo diría cruel,
realidad cotidiana por la que está pasando nuestro pueblo, está siendo vista y
evaluada por los ojos de todos.
El pueblo guineano ya no soporta a Obiang.
Se lo demostró durante las ultimas elecciones presidenciales que convocó y que,
a pesar de haber prolongado una campaña electoral -él solo- de más de un año,
que habiendo dispuesto todo el erario público para comprar a propios y a
ajenos, y a pesar de su intimidación, el pueblo guineano se abstuvo
masivamente, sobre todos en las grandes ciudades.
Ya sabemos lo que da de sí la dictadura, sabemos lo que quiere Obiang, conocemos sus mentiras, su falsedad,su espíritu taimado y hasta los más ocultos trucos utilizados para engañar a la comunidad internacional. El reloj de la historia está apuntando a Obiang como el próximo dictador que puede ser expulsado -a patadas- por su pueblo.
Nos cuentan que después de ese
desprecio electoral, propiciado
por su pueblo, anda de un
sitio para otro durmiendo en su avión y en las múltiples “madrigueras” con las
que cuenta, dentro y fuera del país.
Sabemos que está permitiendo que todo
el mundo robe todo lo que pueda, ponga su dinero a buen recaudo y esté
preparado por si tienen que salir “por pies” del país. Hasta la propia gente de
su entorno -su guardia pretoriana- tiene la llave de una de sus cajas fuertes, eso sí, con la recomendación
de que no roben demasiado.
Ya hasta su vecino del Sur, el presidente de su país de origen, saca sin reparos sus vergüenzas: Ali Bongo dijo en uno de sus mitines que "dentro de poco los guineanos tendrán que emigrar a Gabón"... porque Obiang y su camarilla lo han robado todo.
Todo guineano tiene que asumir su responsabilidad y luchar para conseguir un país democrático y con futuro para nuestros hijos, y eso solo pasa por echar a Obiang del poder. Todos debemos ser opositores activos. No importa donde estemos; si estamos dentro de Guinea, con desobediencia activa, afeando las conductas de aquellos guineanos que por un plato de lentejas se convierten en sus lacayos y con ello pasan a ser cooperadores necesarios con sus asesinatos y en su latrocinio continuado. No podemos olvidar que los guineanos somos los sujetos activos y por tanto, los responsables de nuestro destino. Por ello no debemos evadir nuestra responsabilidad, dejando que lo hagan otros, porque los otros -recordar el golpe de Obiang- lo pueden hacer para ellos y no para el conjunto de los guineanos.
En este sentido, nos llega una informaciones inquietantes, que nos advierte de que algunos adinerados y hombres fuertes del régimen (omitimos sus nombres) están preparando, digamos una "movida", contra Obiang, ya que su futuro -sus grandes fortunas, conseguidas mediante robo a nuestro pueblo- no estaría asegurado con TONTORÍN en el poder.
Ha llegado, por tanto, la hora de la verdad, nuestra hora; el momento en el que el pueblo debe actuar con todos los medios a su alcance para desembarazarse de este ejército de sanguijuelas que nos están chupando la sangre y negando así el futuro de nuestros hijos.